Se trata de una bolitas que igual que la tapioca que conocemos tradicionalmente son blancas y duras, pero con forma esférica, y cuando se cocinan se vuelven transparentes y gelatinosas. Este formato de tapioca ha sido el más popular en la cocina asiática, y en occidente es muy utilizada en cocina creativa, porque aporta una textura diferente, porque absorbe sabores y entre otras cosas, por su vistosidad.